Rafael Fernandez Roman

Un toque musical, literario y cinematográfico

LA MUSICA.

La palabra música viene del término griego musas. Las musas eran las nueve hijas nacidas del dios Zeus y Mnemosyne. Las musas son conocidas como fuente de inspiración y entusiasmo creativo para todo lo que tenía que ver con las artes y las ciencias. La música es inspiración divina, la más elevada de todas las artes; para la religión hindú, el primer sonido que se oyó fue el de Dios tocando su flauta, el cual le inspiró para llevar a cabo toda la creación. El sonido, entra por el oído, se aloja en el corazón, luego sale del alma y se expresa en un instrumento o en una canción. Al entrar en esta web, estás oyendo “Prudence”, de Win Mertens.

EL LIBRO. EL VALOR DE LA PALABRA.

Leer nos enriquece la vida. Con el libro volamos a otras épocas y a otros paisajes; aprendemos el mundo, vivimos la pasión o la melancolía. La palabra fomenta nuestra imaginación: leyendo inventamos lo que no vemos, nos hacemos creadores. Ahora nos gritan que vale más la imagen, y con la televisión -la primera escuela- se inculca a los niños, antes de que hablen, los dos desafueros del sistema: la violencia y el consumo. Con esas cadenas el poder político y el económico nos educan para ciudadanos pasivos, sin imaginación, porque siempre es peligrosa para los poderes establecidos. Y ante esas imágenes carecemos de voz: no tenemos medios para televisar contrariamente mensajes de tolerancia y sensatez. Hace cinco siglos la imprenta nos libró de la ignorancia llevando a todos el saber y las ideas. El alfabeto fomentó el pensamiento libre y la imaginación: por eso ahora nos quieren analfabetos. Frente a las imágenes impuestas necesitamos más que nunca el ejercicio de la palabra, siempre a nuestro alcance. El libro, que enseña y conmueve, es además ahora el mensajero de nuestra voz y la defensa para pensar con libertad. ¿Una novela inolvidable?: “El abogado de Indias” (Amós Milton, 2.013).

¿QUE NO TE GUSTA EL CINE?.

Si es así, te recomiendo que veas …, te diría ahora mismo 100 películas insuperables, de juicios, religiosas, musicales, de acción, thrillers, comedias, de aventuras, con efectos especiales, infantiles, históricas, dramáticas, de suspense, …, pero hoy te recomiendo “El Club de los Poetas Muertos” (1.989, dirigida por Peter Weir, guion de Tom Schulman, y protagonizada por Robin Williams, premiada con el Oscar al mejor guion original, y nominada a otros tres, mejor director, mejor actor y mejor película). Sobre todo, no olvides lo que repetidamente se oye en la película: ¡¡Carpe Diem, Carpe Diem!!.